NO digo que SÍ,
ni digo que NO.
Sobre la mesa,
se somete a discusión.
Quien diga que SÍ... ¿Por qué?
Quien diga que NO... ¿Por qué?
Observa primero
cuál es tu REACCIÓN.
Escucha también
a tu CORAZÓN.
Pero allí no te quedes:
busca la RAZÓN,
el MOTIVO, el ORIGEN,
de tu propia OPINIÓN.
Compara, si quieres.
Mas el RESPETO a lo diferente
será lo MEJOR.
.
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