Necesidad de ser amado
En el planeta del Principito había
diferentes clases de hierbas. Algunas
eran buenas y otras eran malas hierbas. Cuando son pequeñas, ambas se
parecen. Pero si uno no identifica las
malas hierbas a tiempo y las arranca de raíz, crecen e invaden el planeta. El Principito conoció a alguien que vivía en
un pequeño planeta. Los baobabs
crecieron tanto que hicieron al planeta estallar.
Como si fueran plantas, las emociones
que experimentamos tienen raíces. Pero para poder arrancarlas de raíz, debemos
aprender a identificarlas. Incluso
conocer justamente su raíz.
¿Cuál es la raíz, el origen de esta
necesidad tan fuerte que tenemos de ser amados?
¿Por qué buscamos denodadamente otro a
quien amar y que nos ame?
Desde la perspectiva Taoísta, que es
una de las Ciencias más antiguas que existen, se explica su origen desde dos
puntos de vista:
* uno: el yin y el yang, como energías
complementarias que forman lo uno
* dos: el ser humano es un vaso, un
cuenco, un recipiente energético que necesita ser llenado para sentirse lleno,
pleno, satisfecho.
La presencia del otro nos llena en una
cierta medida.
Pero… ¿por qué, después de un tiempo,
la presencia del amado ya no alcanza para hacernos sentir plenos, completos?
¿Por qué seguimos sintiendo esta “sed” de algo más?
Esto tiene que ver con la calidad del
llenado y con el hecho de que el ser humano está conformado por diversos tipos
de energía: densas y sutiles, físicas, energéticas y espirituales.
Es por ello que al educar en la salud,
se deben tener en cuenta todos los aspectos de la persona, todos sus niveles
energéticos, para considerarla en su verdadera integridad.
Seguimos en otro post… ¿Te parece? Si querés más o hay un tema que te preocupa,
escribime un mensaje.
Desde mi mismidad
Alejandra Lucía Rotf
Profesora de Yoga Taoísta
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